Fantasía o realidad






Le habían dicho que ese era el mejor remedio para los males ajenos y los suyos propios, que toda esta mierda desaparecería aunque fuese por unas horas.

Encendió su cadena y sonaban los 13th Floor, “Fire Engine” para ser más exactos, y entonces lo notó, su cuerpo comenzaba a moverse solo, su cabeza daba vueltas, todo daba vueltas. Comenzó a girar y los colores de aquel gris habitáculo comenzaron a entremezclarse, giraba y saltaba, no podía parar, empezaba a notar como su cuerpo se liberaba, sólo placer y alegría extrema inundaban su cuerpo.

El tema acabó y ella cayó al suelo riendo como hacía tiempo que no reía; cerró los ojos y lo oyó, no  estaba sola, oía risas por todas partes, una muchedumbre la acompañaba en ese momento de éxtasis absoluto.

-         -  ¡A la mierda Santa Teresa, esa tipa no tenía ni idea de lo que era levitar jajajaja!

Comenzó a notar como su cuerpo se volvía blando, y todas sus extremidades se ondulaban al ritmo de la música. ¿Se estaría volviendo loca, o era en realidad toda esa maldita gente de ahí fuera la que realmente estaba loca al no querer ver esta parte de la realidad?

Adoran demonizar cualquier sustancia que les haga gozar, sienten miedo al placer…..  pero en realidad no son tan distintos de aquellos a los que señalan, ellos usan bolas mágicas para ver a los espíritus y nosotros usamos píldoras mágicas para sentirnos como tal, ¿Cuál es la diferencia?, ¿Por qué maldita razón lo suyo es socialmente más aceptado que esto?

De repente lo vió, una luz que le impedía la visión se encontraba frente a ella, comenzó a acercarse, en este momento sonaba “You’re gonna miss me”, y todo aquel color gris desaparecía poco a poco dando paso a oleadas de colores púrpura, añiles y verdes. ¡Joder sí, esa era la maldita realidad! Estaba harta de tanta mierda, de tanta tristeza y ahora todo eso no existía, había desaparecido. Lo tenía claro quería vivir continuamente en aquella realidad, su realidad. Le habían hablado de los malos viajes, pero ¿acaso no compensaba todo esto que estaba viviendo?

Se dirigió al salón y cogió el resto de pastillas que quedaban sobre la mesa, abrió la boca y comenzó a tragarlas todas.

Ahora se iba a demostrar quién era el loco en esta maldita historia.

II



Ven aquí y engorda conmigo.
Sáciate de vanas esperanzas,
de sueños truncados, 
de un no puedo por mucho que quiera.

Reventarás de buenas palabras,
de te quieros a medio decir.

Te sobrarán no kilos,
sino cómplices de fin de semana,
confidencias de un pasado que siempre fue mejor,
futuros juntos.

Ven y engorda como decía el señor Pla
en el corral de las mentiras,
disfruta de ese enorme manjar de bonitas palabras.
Pues vendrá el tiempo de escasez
y los hechos anularán las palabras,
las mentiras saldrán como gotas de sudor supurando por tu piel,
y tú intentarás alimentarte de recuerdos,
recuerdos de un pasado que siempre creíste mejor.
  

Manual para padres principiantes



Capítulo 1

  Cómo hacer de su hijo un hombre de provecho

Esta guía está dirigida a todos aquellos padres primerizos que tienen miedo de que sus hijos se tuerzan en el camino recto de la vida, consiguiendo con unos sencillos pasos, hacer de nuestros pequeños unos futuros hombres rectos poseedores de unos férreos valores.

Los pasos a seguir son los siguientes:

      1- No se preocupen de su educación, para eso, claro está, ya van al colegio. Limítese a asegurarse de que que hace todos los días los deberes y no se corte en cuanto a castigos físicos se refiere si no consiguen estar a la altura de lo deseado. Mucha gente le dirá que el  castigo físico no es la mejor manera de educar a un niño, si escucha eso, no haga ni caso pues un buen castigo físico a tiempo evitará que el día de mañana su hijo se presente a casa como un zarrapastroso. 
En caso contrario y si usted ve que su hijo cumple sus expectativas académicas, por favor siga leyendo.

     2- Si usted ha continuado con la lectura quiere decir que está por el buen camino. Es el momento de premiar todo lo anteriormente conseguido. 
Si es usted seguidor de algún equipo de fútbol, hágale un carnet de socio vitalicio, afíliele a cualquier partido político con principios y lléveselo con usted los domingos durante la temporada de caza, para que su pequeño vaya aprendiendo a disparar la escopeta que previamente debe haberle regalado.

     3- Una parte muy importante de la educación de un niño es que crezca rodeado de unos valores correctos desde muy temprana edad, es decir, eduque a su hijo en el catolicismo y enséñele a detestar cualquier otra religión, pues solamente existe un dios, aquel que es representado por la santísima trinidad, o en su defecto, en distintas y distinguidas imágenes de piedra o madera, clavado en una cruz y muerto desangrado por la paz y la salvación de todos sus pequeños siervos.
Instruya a su hijo en el santo matrimonio y enséñele a amar y respetar a su esposa, salvo, claro está, que necesite ejercer el anteriormente citado castigo físico sobre ella cuando crea oportuno volver a ponerla en el camino correcto.

     4- No permita a su hijo bajo ningún concepto que sienta atracción por el mismo sexo, ya que estaríamos frente a un pecado mortal y un acto deleznable e indecente; por detrás solo con su mujer y con alguna prostituta que usted le regale en su vigésimo octavo cumpleaños.
Si se diese el caso de que presenciase en compañía de su hijo algún acto de carácter homosexual, no lo dude, insúltelos para que su hijo jamás dude de su hombría, de lo que usted haga en sus ratos libres su hijo no tiene por qué enterarse.

     5- Asegúrese de que termina una carrera con futuro, si es posible enséñele a amar y respetar la profesión de su progenitor, de esta manera usted obtendrá una satisfacción personal inigualable. Si llegado el momento su hijo le dice que no quiere estudiar no se preocupe, usted es su padre por lo que oblíguele a hacerlo y elija usted el futuro de su hijo, el día de mañana se lo terminara agradeciendo. 

     6- Una vez terminados sus estudios asegúrele un buen puesto en su empresa o en su defecto en la empresa de alguno de sus distinguidos amigos.

     7- El ultimo paso a seguir es uno de los más importantes, no se olvide de buscarle una buena esposa a su hijo, una mujer cuya única meta en la vida sea criar hijos, varones a poder ser, y cuidar de su casa y su marido.



Si usted ha seguido todos los pasos anteriormente citados, ¡Enhorabuena! tiene usted un hijo al que poder exhibir en reuniones sociales.

Claro está que esta guía está orientada exclusivamente para hijos varones. En caso de que usted tenga alguna hija despreocúpese, su madre y la escuela se ocuparán de ella.


                                                           

                             

Lolo





Alguna vez habéis oído hablar del paso de cebra de Shibuya, en Tokyo. Según he leído es el paso de cebra más famoso del mundo, después claro está, del que sale en la portada de "Abbey Road" de los Beatles.
Más de un millón de personas cruzan todos los días por él. ¿Os imagináis cómo se puede sentir una persona esperando a que se abran los semáforos? Debe ser algo parecido a esperar a que te den la salida en una carrera de cien metros. Agarras bien tu mochila, te pones en posición y cuando ves a todo el mundo echar a andar los sigues sin saber en realidad de que color está el semáforo, pues ya tienes suficiente con intentar esquivar todos los paraguas tacones y maletines que no sólo te impiden caminar sino que te impiden ver por donde pisas. 
En mi vida había visto tanta gente junta esperando en el mismo sitio para cruzar una carretera. ¿Os parezco exagerado? Pues intentarlo y ya me contaréis.


Por aquel entonces yo me había trasladado a esta gigantesca ciudad con una beca del Instituto Cervantes para impartir clases de español para extranjeros. Yo, un pobre tipo de un pueblo perdido en la sierra salmantina, en este caos de ir y venir de coches y de gente que no es por caer en el tópico, pero me parecía casi toda igual..... 

Todos los días me levantaba a las 6 de la mañana en mi pequeño apartamento de 30 metros cuadrados en el barrio de Shinjuku. Me daba una ducha rápida, un cafetito para entonarme,  mochila al hombro y rumbo a mi lugar de trabajo, emocionado por ver que me deparaba el nuevo día, aunque al final acabasen siendo todos iguales. 
Y así, un par de kilómetros andando y unas tres líneas de metro después allí estaba yo, frente a aquel Goliat de cemento y pintura a rayas, rodeado de entes autistas con la mirada puesta en un rumbo fijo, con ritmo acelerado por el estrés de llegar tarde a fichar en alguna multinacional de esas en las que dejas de ser una persona con nombre y apellidos, y te conviertes en un simple número más.
Al otro lado, flanqueada por aquel gigante, ella..... la chica más bonita que había visto jamás. Era una de las cosas que hacían que cada día me despertara con unas ganas locas de ir a trabajar. Siempre me cruzaba con ella en el mismo sitio y a la misma hora, no creo que se hubiese fijado nunca en mí, pero yo no podía apartar la mirada de ella.

Siempre me había considerado un espíritu libre, sin mucha prisa por encontrar a nadie y sin muchas esperanzas en lo que al amor se refiere, no me malentendáis, soy un acérrimo defensor del amor entre todas las personas, pero en lo que a lo personal se refiere nunca había puesto mucho entusiasmo.

La cosa, es que esta vez era diferente, cada vez que la veía notaba como mi estómago se daba la vuelta por completo y se hacía un nudo que me impedía moverme....... era tan hermosa.....
Debería medir alrededor del metro sesenta, larga melena color ébano, y una mezcla racial entre europea y asiática que la hacía espectacular. No sabía su nombre, pero cada vez que la veía le imaginaba mil nombres distintos. Eran los mejores 3 minutos del día.
Después, se abría el semáforo y enseguida la perdía de vista. 
El resto de día me lo pasaba imaginándome el momento en que yo cobraría valor y me atrevería a invitarla a cenar, tomar un café o ir al karaoke, que creo que por aquí son muy aficionados a ello. 


                                                      2


Hoy he soñado con ella, eso no es extraño pues lo hago infinidad de noches, pero hoy no era un sueño cualquiera, llovía y yo me acercaba a ella con un paraguas verde que daba un toque de color a aquel día gris y a aquellos uniformes diplomáticos, y comenzábamos a hablar. 
En ese momento sonó el despertador, las 5 y media de la madrugada, ¿por qué motivo ha sonado el  despertador media hora antes de lo habitual?, ni la menor idea, pero en fin...
Me he levantado de la cama, una ducha ritual para acabar con las legañas y al ir a hacerme el café me doy cuenta de que está diluviando, casualidad o no me daba igual, sabía que ese sería el día y no lo iba a desaprovechar.

Salí corriendo de casa y me paré en una tienda dos calles por encima de la mía a comprar un paraguas verde. !Mierda la mochila! con las prisas me había olvidado en casa todo el material de trabajo. Seguí caminando pensando un plan alternativo para mis clases de hoy, pero finalmente decidí que ese día no iría a clase, llamaría por teléfono y me inventaría cualquier excusa para poder ausentarme. Había decidido que cogería a aquella chica y nos escaparíamos los dos a dar la vuelta al mundo, no me importaba el resto, con ella sería suficiente. 

Dos kilómetros y tres líneas de metro después allí estaba, en aquel paso de cebra que cambiaría mi vida para siempre.

Dieron las ocho de la mañana y mis nervios estaban a flor de piel, mil preguntas me invadían, ¿y si no se presentaba?, ¿y si le había surgido cualquier contratiempo y ese día no la podría ver?, ¿y si el sueño no había sido más que eso, un simple sueño? 

De repente la vi, allí estaba, la única persona capaz de llamar mi atención entre toda aquella marabunta. Mis pulsaciones comenzaron a acelerarse y el corazón estaba a punto de salirse por la boca, tendría solo un instante, no podría dudar.

Se abrió el semáforo y comencé a andar, no sé cómo pero saque fuerza y seguridad de donde no la tenía y caminé entre todo el gentío hasta llegar a ella, era el momento.

-Hola, me llamo Lolo.-